Desde la antigüedad, la humanidad ha operado impulsivamente. La histeria manipula la acción y la toma de decisión. Estos estímulos, casi siempre motivados por el pánico, son agua de distintas fuentes. Los gobiernos, por un lado, tienen un papel protagónico a la hora de desatar crisis en las mentalidades de las masas. Se inventan catástrofes para desviar la atención sobre asuntos de verdadera relevancia. Otras más veces lo hacen para generar ganancias, veamos el caso de Irak.
Pero, ¿cómo?
Los medios de comunicación son sus lacayos. Los intereses políticos y económicos vulneran la legítima y necesaria responsabilidad de informar. La prensa es la encargada de difundir y exagerar los hechos. Crean desastres con sus titulares y desasosiego con la extralimitación de las notas periodísticas.
Pero, ¿por qué?
Hay quien dice que para controlar, para vender, para adoctrinar.
Los dejo con este documental:
No hay comentarios:
Publicar un comentario