viernes, 5 de diciembre de 2008

Juego de muñecas

por Lola-Lolita-Lola


Cosmopolitan en mano, Barbie observa a su rival mientras perrea con Ken. Estudia a quien va ganando popularidad con sus ojos grandes e intensos; con su cuerpo esbelto y curvilíneo; con su boca de chopa y patas flacas. Una tipa nueva en las góndolas de las jugueterías amenaza la Supremacía Barbie. Es una tal Bratz.

A Barbie la competencia le parece desleal. Porque más que ser contrincantes, según la empresa creadora del plástico de sus manos y la goma de su cara y piernas, Mattel, Bratz es la hermana bastarda de Barbie. Como hija ilegítima al fin, sólo debe aspirar a lavar baños, atender la cafetería y ser la chilla.

El jurado del estado de California ha condenado a MGA, la casa matriz de Bratz, a pagar a Mattel, la dueña de Barbie, 100 millones de dólares por infracción de los derechos de autor en la explotación y comercialización de las muñecas Bratz. Esta cantidad es bastante inferior a la cifra demandada por los abogados de Mattel, que pedían hasta 1.800 millones de dólares. "Mattel interpuso este caso principalmente por una cuestión de principios", declaró Robert A. Eckert, director general de Mattel.

El empresario aseguró que nada tiene que ver con que, desde la aparición de Bratz, se calcula que MGA recibe al año gracias a estos juguetes unos beneficios de hasta 500 millones de dólares. Las ventas de Barbie han mermado. El año pasado cayeron un 15%, y durante el segundo trimestre de este año el beneficio de Mattel ha caído un 48%. Sus acciones han perdido casi un 16% en lo que va de 2008.

Sin embargo, Ecker estableció categóricamente que la decisión de demandar a MGA/Bratz es aparte de la reducción en sus arcas. Indicó que es un issue ideológico, de principios porque a su niña, Barbie, todo este revuelo le da dolor de cabeza. De esta forma, expuso que nada tiene que ver con que ya no son los líderes entre las muchachitas. "Nuestra muñeca Barbie se ha deprimido al punto que tendremos que sacar una nueva versión de Barbie Antidepresivo", inspirada en los hechos turbulentos que amenazan su hegemonía en los mercados infantiles y su relación amorosa con Ken.

Carter Bryant, quien diseñó a la Bratz, trabajó para Mattel entre 1995 y 1998 y, tras unos meses fuera de la empresa, regresó en 1999 para finalmente marcharse a MGA al año siguiente. Todo el juicio ha girado en torno a estas fechas, pues los abogados de MGA sostenían que fue durante ese periodo de intervalo en el que no trabajó para la juguetera cuando Bryant creó los diseños de las Bratz, por lo que Mattel no tendría derechos sobre ellos. El Tribunal de California falló en favor de Mattel.

En época navideña, cuando las jugueterías se visitan más que la iglesia para un pentecostal ortodoxo, Mattel insiste en que Bratz desaparezca y deje pullúas a las nenitas que le pidieron a Santa la nueva muñeca Bratz Lesbi Ana. En una sociedad de plástico este tipo de noticias son importantes, a pesar de saber que "el plástico se derrite si le da de lleno el sol", como dice Rubén Blades.

Análisis de las Bratz:

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