martes, 10 de marzo de 2009

Pelos

Después de una tertulia femenina, concluí que las mujeres sentimos gran aversión por los pelos. En su momento, fueron útiles para dar calor o tener look y olor a hippie. Ahora, hasta los hombres luchan por su extinción. Se afeitan las piernas, se sacan las cejas y se trimean sus zonas genitales para parecerse a David Beckham o Julián Gil.

Somos unos histéricos con los pelos. Ya no queremos gente con pechos pelús y narices con antenas negras en busca de señal hacia el exterior. Todos abogamos por la erradicación del vello que se asoma, y dizque quita lo bello.

Veamos el issue con el bikini line. Ese pelo es espantoso. Máxime para las que se le extiende hasta el muslo. Su destino: la navaja. La vellosidad en el camino oscuro, ese que bota lo que comemos, interfiere con la sensualidad del gistro.

Una mata frondosa crece día y noche bajo los brazos. Provoca peste y rollitos de desodorante. Recuerda que nos salen bolas con pelo enterrado, barros en el sobaco.

Subiendo a la cara, sin contar que a unas les nacen puyas negras en las piernas, capaces de rastrillar, tenemos pelo en el bigote o, como me dijo una esteticista, bozo (pensé en el payaso). Para contrarrestar su impacto, recurrimos al bleach, el que causa un gran mostacho rubio.

Por más que duela, la cera también participa. ¡Cuidado!, si se aplica hirviendo, terminas con quemaduras de primer grado por una semana. (A los cinco días, posees una cascarita marrón y dura)

Las que hemos vivido estas experiencias calientes, preferimos el simple hair remover de Walgreens. Pero, si dejas más de diez minutos esta sustancia, muy parecida a una eyaculación picante, te quemarás igual.

Todos estos remedios son pasajeros. La condición de Chewbacca no muere. De esta forma, la ciencia y la tecnología pretenden embrollarnos con la depilación láser. ¡La moderna solución a nuestro peludo problema! Con varias visitas, ¡despídete del pelo!

Dos o tres amigas ya van por una sesión. Otras apuntaron el teléfono de la clínica para llamar esta semana. Le declararon la guerra al pelo. No hay tregua con el adversario. Como en todo conflicto bélico, no escatimarán en gastos.

1 comentario:

Itzá dijo...

me siento horrible y culpable ahora con todas mis vellitudessssssss. Me voy corriendo a la depiladeria !