Ayer, mientras viajaba por el Tren Urbano de camino a la Universidad (para ver la obra que reseñé abajo) me puse a hablar con una empleada de mantenimiento. Me indicó que a partir de este mes de marzo, todos los trabajadores contratados por la administración privada del tren tienen que ponchar digitalmente. Hay que colocar el dedo, la huella digital, en una máquina. A lo vuelo de pájaro, pensé que era una buena idea para agilizar y modernizar el proceso de entrada. Sin embargo, la doña me relató, preocupada, que ese adelanto tecnológico NO sirve. “Muchas veces, comienza a contar 10-15 minutos después de la hora que uno llegó”. Los empleados, para los efectos, comienzan tarde su jornada laboral. Lo que me dijo la mujer con la voz ronca y segura: "nos quieren renunciar".
Las decisiones que hasta ahora ha tomado, y tomará, la administración de Luis Fortuño son claro ejemplo de una política que busca desarticular lo ganado por la familia puertorriqueña. De golpe, el esfuerzo de años de líderes sindicales-cada vez más burocratizados- se pierde tan fácil como las llaves del carro cuando uno tiene prisa. Las alianzas público-privadas responden a la esmallaera insaciable de un sector muy exclusivo de Puerto Rico o, concretamente, de Guaynabo City, como sostienen, Carlos Gallisá y Néstor Duprey en su programa de análisis político Fuego Cruzado. Vieques otra vez intervenida y la maldad de una Fiscalía Federal son terribles síntomas de la falta de respeto de estos pseudo-puertorriqueños.
Acabo de escuchar a través de Radio Isla 1320 que se ha firmado un contrato de 12.3 millones de dólares con la agencia de publicidad De la Cruz y Asociados, quienes le manejaron la campaña del ahora Gobernador del País. La cantidad sería para costear los gastos de publicidad para la compañía de Turismo y la Lotería. Mientras tanto, se anuncian recortes salariales de los empleados con sueldos de mil dólares o menos. “El recorte empieza por la casa”, indicó Fortuño.
Les muestro a continuación una información publicada en el periódico Claridad sobre los salarios de la administración Fortuño:
La nómina de la cúpula de La Fortaleza, incluyendo el gobernador Luis Fortuño, sus 15 asesores, sus secretarios de la Gobernación, de Organización y Política Pública y de Prensa y el Principal Ejecutivo de Información, asciende hasta el momento a sobre dos millones de dólares anuales ($2,417,336.04). No se incluye en esa cifra el salario de la Administradora de Fortaleza, quien está en destaque del Banco Gubernamental de Fomento. Su salario es de $145,932.00 dólares anuales ($12,161.00 mensuales) más un bono de $5,250.00, lo que elevaría su compensación total a $151,182 dólares.
En las 55 Juntas de Directores de Corporaciones Públicas las dietas fluctúan entre $50 y $600 por reunión. De las 300 personas que componen esas juntas hasta el momento, -ya que algunas aún no han sido nombradas,-sólo dos han renunciado a sus dietas: Carmen Ana Culpeper y el licenciado Manuel E. Sarmiento. Culpeper, como miembro de la Junta de la Corporación de las Artes Musicales, y Sarmiento, quien pertenece a dos juntas, la de la Administración de Compensación por Accidentes de Automóviles de la que es presidente, y la de la Administración de Seguros de Salud en la que representa al “interés público”. Algunos miembros de esas juntas no reciben compensación económica y otros aún no se ha determinado si su compensación será de $50 o de $600.
Las dietas más altas las reciben los miembros de las juntas de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Ambas se componen de 12 miembros, que reciben $600 por reunión. La Compañía de Turismo y la Autoridad del Distrito del Centro de Convenciones “no sometió la información”, por lo que se desconoce cuánto es la compensación de sus miembros en la actualidad.
Esto dijo Fortuño en la campaña política para la gobernación, ¿que costó cuánto?:
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