viernes, 17 de abril de 2009

A siete días

texto que me publicaron en El Nuevo Día

M e senté en el banco de atrás. Una señora con aparente cariño dijo, “Dios te bendiga”. Le escupí el consecutivo “Amén”.

Contaron la historia con el crucifijo en la mano y la Biblia bajo el brazo. Predicaron y vociferaron que alguien murió en una cruz por la humanidad.

Luego de tres días, se levantó de entre los muertos. ¡Milagro! Ese ex mortal con barbas largas y ojos claros; con nariz perfilada y olor a azucena se trasladó a Dios sabe dónde. La Magdalena lloró.

Nos han hecho pensar que ese señor ostenta binoculares y látigo. Que castiga al pecador y premia a sus fieles.

¿Todo esto para salvarnos? Mas se preguntan “los salvos” por el salvavidas. No llega. El mundo se ahoga.

Quedan los retazos de un tiempo preñado de programas con la Virgen María como sex symbol. Las panderetas suenan con menos efervescencia. El pellejo over cooked va cayendo poco a poco. Las marcas de traje de baño se asoman sin disimulo. Como si emularan las huellas del correazo divino.

Unos fueron reprendidos por la tajante luz ultravioleta, mientras otros eran flagelados con el recuento de una morbosa muerte. Lo bonito de la historia es que hubo resurrección. La gente, entonces, celebra con la herida abierta y la corona de espinas.

Pero son remembranzas efímeras, circunstanciales (para usar la palabra que la Fiscalía federal puso de moda). Pareciera que la impronta del sol penetra mucho más que el cumplimiento de la orden divina.

Quienes hicieron la fila para tomar el cáliz de su sangre volvieron a la banca sedientos. La bebelata playera aglutinó con menos hipocresía.

A siete días, los vestigios de un masificado y atractivo color moreno ejemplifican cómo la iglesia es otra institución desacreditada. El mundo sigue siendo la misma porquería que antes, durante y después del descenso de aquel.

Circularon un aviso de retorno. ¡Que se dé prisa! La humanidad continúa clavando cuerpos. No hemos aprendido nada.

2 comentarios:

solo joe dijo...

por que los zombis son tan fascinantes?

Hector dijo...

Los cristianos adoran una personificación del sol (Jesús) sin darse cuenta.
La mitología es para ser apreciada, no para vivirla
Por ejemplo los evangélicos y su obsesión enfermiza con el fin del mundo, arrebatamiento, etc.
A mi me encanta la mitología y aprender sobre sus orígenes astroteológicos.
El dilema es que ningún sacerdote, pastor o teólogo va tomar el tiempo en decirle el significado alegórico o astroteológico a la persona común.
Bien raro que una persona de fe le de curiosidad investigar de verdad los orígenes (la Biblia no cuenta) de su religión. No conozco a nadie en mi familia que ha logrado esto. La Biblia es un hibrido astroteológico, pero si le digo eso a cualquier persona de fé, pensaran que soy herético loco.

Las tres religiones Abrahámicas son como un April Fools que salio mal.

Hay un libro que salio reciente que explica bastante bien los orígenes de la cristianidad.
El libro se titula. Christ in Egypt: The Horus-Jesus Connection, escrito por D.M. Murdock aka "Acharya S"