lunes, 25 de mayo de 2009

Peste

Qué día este,
este
de lluvia.

Cae
el agua,
choca
sobre la brea/
La alcantarilla
se desborda/
La cloaca
se queda
con el canto.

No soy capaz de escribir
una historia,
un cuento,
un poema
de chubascos.

Sólo huelo,
pienso:
la pestilencia/
Cómo si eso fuera,
lo que es,
lo reseñable.

¿Dónde queda el sosiego
de esta manifestación
sublime,
natural?

¿Dónde dejo la quietud?/
De ver
como caen,
como zigzaguean
las gotas/
Las que son menudas
y regordetas.

Qué de saborearse
un rico sancocho
caliente
ante este clima
templado,
ante esta frialdad
impotente
de no tener muchas cosas que se quieren,
que quiero.

Entre lo que no tengo,
Mas añoro,
no hay cabida
para un paraguas.

Regresa,
el tufo/
Se escurre por la ventana,
estrecha,
fea,
abierta-como siempre estará
para que un día,
un día
de esos
que uno no espera,
que uno no se imagina,
se cuele eso que quiero.

Continúa/
Hiede.

¿No será que
la peste es
lo abundante,
lo copioso?/
No sé.

2 comentarios:

Christian Ibarra dijo...

Entre lo que no tengo,
mas añoro,
no hay cabida
para un paraguas.

umm, fuerte ehh? me acuerda un cuentito que lei. Dice:

porque sabia que iba a verte, empaque el paraguas.

un abrazo que llegue.

Ordinaria dijo...

lo recibo!!!