Es necesario que, aunque sea unas breves oraciones, le dedique a esta noticia. Precisamente apropiándome de la misma brevedad a la que un hombre de libros nada breves alude. José Saramago se despide de su recurrente bitácora, de su cuaderno. Nos dice que se encamina a escribir otro libro y deja su blog a un lado. Qué pena, siempre será chévere saber qué está pensando el viejo ese. Qué remedio...
Enhorabuena por sus próximas oraciones.
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