Fotografía tomada por mí hace algún tiempo Llueve. No para. El chubasco se escurre por la ventana. El celular se queda sin señal. Las gotas gordas acompañan esta oscuridad fría, llorosa, gritona. El agua baña su personalidad rítmica cuando cae. Se saludan los charcos, como con la mano sudada. Incesante sensación de purificación la de una noche húmeda, con muchas cosas que callar y más alisados por dañar.
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