sábado, 1 de agosto de 2009

En cantos


Nota: La columna que escribí hoy para el periódico El Nuevo Día, En cantos, fue sustituida por otra titulada Impunidad antes de la hora, antes de ese campanazo de las 12 de la media noche, el que anuncia otro día, otro columnista. Estas palabras que pueden ser incómodas han sido reemplazadas, a menos de 24 horas de su publicación, es más, el link se podría haber quedado intacto, como ha ocurrido siempre por más que se actualice la página. Y pregunto: a quién le habrá molestado, quién se habrá sentido aludido con estas letras que sólo invitaban a la reflexión, a repensar el sistema en el que vivimos, el que nos forma, el que "educa".

Este era el link que le correspondía y ya no: http://www.elnuevodia.com/columna/598497/

Le doy copy paste al texto original, el que no fue editado.

En cantos

El País está en cantos y sin encanto. Los que en un futuro están supuestos a unir los dichosos trozos van por la libre, bailando reguetón, preñando, cortando clase y delinquiendo. Son alumnos de un sistema que no tiene que llamarse Víctor Fajardo para saber que no sirve.

La prensa destaca que el Departamento de Educación está “pelao”, por más que cuenta con el presupuesto más alto del País. Ingenua, me pregunto: ¿por qué no botan a ese contable, a ese administrador incapaz de cuadrar los números, ineficiente para repartir los fondos, pero diestro en la burocracia, el oportunismo y la deshonestidad?

Sin escuelas abiertas y repletas de conocimiento-del que es de verdad- los pueblos se caen. Se ahogan porque nunca los enseñaron a nadar. Hay ecuaciones que se aprenden sólo en el salón. Más allá de saber multiplicar, de abrir un sapo en biología, de acentuar las palabras esdrújulas y de ligarse a la chamaca con la falda mucho más arriba de la rodilla, la escuela posee la obligación de generar individuos útiles que conformen las sociedades. Lo que no tiene porqué ser una utopía es que de los planteles educativos salgan seres responsables, solidarios e integrales.

Pero todo esto suena idílico, y con la boca es un mamey. En la práctica, hemos visto cómo secretarios de educación roban, como los maestros faltan, como no hay libros, como la cancha de baloncesto se cae en cantos, como en cantos se cae la educación, que es la salvación de un pueblo.

Ante este espeluznante panorama de carencias, mediocridad y obsesión con el “hand sanitizer”, es menester de la ciudadanía exigir mejoras. Necesitamos comprender de una vez y por todas que sin educación no hay porvenir. Sólo atraso, maltrato, corrupción, inseguridad, hambre y muerte.

De cerebros ociosos estamos “choretos”. Ha sido lo que desde hace años se ha producido en esas aulas atestadas de estiércol humano. Nuestros líderes son reflejo de esta inmundicia.

2 comentarios:

Tinstaafl55 dijo...

Estoy segura que el último párrafo, y en particular la última oración, no le gustaron a alguien en el gobierno de Fortuño. Y zás, mágicamente desapareció la columna.

Boricua in Texas dijo...

By the way, el comentario anterior era mío, aunque aparece en otro ID. Mi suegro estaba usando mi PC y no hizo logout.