jueves, 3 de septiembre de 2009

Pasa y pasa, y nos pasan

A modo de descarga, digo:

Pasa y pasa, y nos pasan:

Por encima, por debajo,
Por al frente, por atrás.

Nos pisotean.

Estas son algunas líneas que me salen fugazmente. Desde mi tercer día en cautiverio, comienzo a ver cosas, algo distintas. Tal vez alucino.

(Creo) a veces viene bien el recogimiento. Ese que en la mañana de hoy, Willie Miranda Marín aludió para que la ciudadanía deje la "bebelata" tormentosa, para que los puertorriqueños pachangueros no vayan al colmado a llenar el carrito de Medallas, de las que no se cuelgan al cuello. Pero qué tendrá de malo picarse, enajenarse bajo el techo hogareño mientras choca en la ventana el coraje del tiempo aguado.

Hasta lo que bebemos en casa nos quieren controlar, el código de orden es para lo público. No hay macanazo que valga en esta zona privada, digo, por ahora.

De esta forma, ya sólo me faltan dos días para descartar que me contagié con la gripe esa. Hablé con mi amiga, la que está aún bastante jodía. La que poco se levanta de su catre. La que me ha dicho que las diarreas la exprimen.

Yo no he sentido nada. Estoy como coco, y mejor. Estos días en casa me han vuelto a conectar con mis ideas, con la reflexión que es tan importante en tiempos de mierda líquida.

Pasa y pasa, y nos pasan:
Desde Érikas...
Hasta injusticias supremas cargadas de anacronismo y preceptos que servirán de excusa para continuar agrediendo al pueblo, para vulnerar sus derechos civiles, ¿privados?.(Leer)

Tendré que seguir aquí, resguardando el estornudo, dando señales de vida desde la distancia de estas teclas.


Pd.Y somos un país tan realistamente mágico, una tabacalera da clases anti cigarrillo. Esta sí que es bien buena.

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